CRISTINA Brera Showroom

Diseñado por Elisa Ossino Studio para CRISTINA Rubinetterie, el showrrom insignia en Via Pontaccio en Milán propone un enfoque experiencial para descubrir los nuevos caminos del agua.

Al entrar en el showroom, inaugurado hace un par de meses, la novedad se presenta con fuerza, estableciendo con el visitante una comunicación inmediata y abierta con un alto grado de expresividad. La reflexión de Elisa Ossino, a cargo del proyecto de interiorismo del espacio (200 m² en dos niveles en el corazón de Brera), se centró principalmente en la forma de exposición, para que el grifo, considerado como objeto, fuera percibido no solo desde el punto de vista estético o material, sino sobre todo por la funcionalidad inherente al diferente flujo de agua, entendido como componente esencial. De aquí surge la idea de desmantelar una exposición aséptica en favor de un enfoque emocional, dado en primer lugar por la interacción del visitante con los elementos funcionales.

Elisa Ossino explica: "En colaboración con la empresa, queríamos crear un entorno extremadamente material, en el que la vibración de la luz - componente fundamental en el éxito de un proyecto - acompañara el resplandor del agua". La elección de los materiales subraya este enfoque. Por lo tanto, se prefirió el travertino de las bañeras y algunas superficies verticales, un elemento "cercano" al agua desde la antigüedad, combinado con paredes de cal, cuyos claroscuros naturales son acentuados por el acabado cuidadosamente seleccionado en el mismo tono de color de la piedra, dejándolo lo más natural posible, con corte de sierra o pulido. Mientras que el "cocciopesto" del suelo, elegido después de una larga investigación y muchas pruebas para medir las diferentes granulometrías, presenta una granulometría muy fina de efecto extraordinariamente material que lo coloca en perfecta armonía con el espacio, logrando así "una caja monocromática donde la vibración de la luz es dada por la alternancia de materiales naturales".

El proyecto se revela con igual relevancia en las nuevas sugerencias arquitectónicas: "En mi trabajo de diseño de interiores siempre busco la centralidad del espacio, en un juego alternado de llenos y vacíos, de volúmenes simples y claros. En primer lugar, eliminé los telones que cerraban las vitrinas: una invitación a entrar porque desde el exterior se disfruta de la amplitud del ambiente y de la animación interna. Solo mantuve un tabique central en la vitrina para acercar al público la historia de un producto, creando dos arcos con rellenos de hierro encerado que, además de conferir una mayor profundidad al ambiente, crean un telescopio visual que termina en un área de ducha dedicada al relax y al bienestar con un cabezal de ducha funcional, visible también desde el exterior". El espacio está ordenadamente articulado, caracterizado por cuatro nichos de pared que exhiben las series más recientes y funcionales de grifos: "casi un recorrido" subrayado por las grandes bañeras rectangulares suspendidas de travertino que tienen la función de grandes lavabos, similares a lavaderos. "A menudo, el grifo se compra evaluando principalmente el factor estético, una elección que a veces conlleva algunos inconvenientes. Por eso hemos diseñado este espacio experiencial en el que se puede mover con libertad, probar los productos y verificar la ergonomía".

La planta inferior está dedicada a los accesorios y la complementos de las colecciones. Por continuidad estética, el proyecto retoma el lenguaje de la primera planta, con el uso del travertino y las bañeras. Ossino, que siempre trata de extraer y exasperar el alma de los materiales utilizados - "si trabajo con piedra me gusta, por paradoja, transformarla en un material ligero" - declara la máxima atención, casi una obsesión por el juego de tonalidades de color de los interiores, capaz de modificar profundamente la armonía de los ambientes. El espacio es abierto y dinámico: en las paredes perimetrales corre una amplia variedad de referencias (para completar las colecciones) y de mezcladores de cocina, estos últimos instalados en el espacio estilizado insinuado por la madera acanalada. El riguroso diseño se anima con la presencia de dos bañeras redondas - frente a la pared con las propuestas de ducha - y cuatro lavabos que presentan soluciones independientes. Un área acotada está dedicada al ábaco de soluciones termostáticas. Aquí, un radiador Antrax - negro, geométrico, riguroso - pone en escena las performances de Code®, el nuevo sistema inteligente producido por Caleffi S.p.A. que permite regular a distancia la temperatura de cada ambiente de la casa a través de la aplicación para smartphone.

Los muebles - las dos escultóricas mesas centrales de madera maciza, caracterizadas por curvas fuertes y bordes delgados, y la pequeña mesa de reuniones cerrada por vidrios corredizos - son todos diseñados por la misma Ossino, a excepción de las sillas de diseño escandinavo.

Ekinex se encargó de toda la gestión domótica del espacio, configurando en una única instalación centralizada los escenarios de luz, las instalaciones nocturnas, las vitrinas, la climatización y el consumo de energía.

La sala de exposición redefine la idea del espacio expositivo, en el que los objetos contribuyen a crear una instalación, transformando el espacio en un ambiente acogedor, perfecto para albergar en un futuro muy cercano también eventos y exposiciones de arte.

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